Ataques de pánico: Cómo superarlos


Saludos desde lo mas profundo de mi corazón, espero que estén bien y quienes lean estas lineas puedan conseguir respuestas a sus preguntas o inspiración para seguir adelante y vivir plenamente.

En el tema que escribí acerca de la ansiedad, mencioné que un ataque de pánico no es si una de las formas de ansiedad generaliza que existen. En esta esta oportunidad quiero adentrarme un poco mas en el tema. En mis años de práctica como psicoterapeuta me he conseguido con innumerables casos de este tipo de síndrome,  donde el factor común en los pacientes era un pánico eminente de estaban muriendo, otros se sentían bloqueados e incapaces de realizar simples tareas como conducir, salir de la casa, reunirse en sitios públicos con personas y por ende sus vidas se están convirtiendo en un absoluto desastre.

Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Los ataques de pánico pueden provocar mucho miedo. Cuando se presenta un ataque de pánico, puedes sentir que estás perdiendo el control, que estás teniendo un ataque cardíaco o, incluso, que vas a morir.

En la mayoría de los casos, los ataques de pánico solo se manifiestan una o dos veces en la vida, particularmente durante períodos de mayor estrés, y el problema desaparece asi como comenzó. Si los episodios se repiten, causando un miedo constante a un nuevo ataque, nos enfrentamos a un pánico patológico.

Los ataques de pánico son comunes y afectan anualmente a más de un tercio de los adultos. Sin embargo, las mujeres experimentan estos episodios dos o tres veces más a menudo que los hombres. El pánico patológico es más raro y se diagnostica en menos del 1% de la población, generalmente en la adolescencia tardía o en la edad adulta temprana.

Aunque los ataques de pánico afectan significativamente la calidad de vida, pueden tratarse de manera efectiva.

Mecanismo de defensa:

En realidad todo se trata de un mecanismo de defensa de nuestro sistema nervioso que ha estado con nosotros desde que el hombre vivía en cavernas. Nuestro sistema nervioso nos provee con un mecanismo de defensa llamado fight-or-flight (huir o pelear), que se caracteriza como un respuesta de estrés agudo, se refiere a una reacción fisiológica que ocurre en presencia de algo que es aterrador, ya sea mental o físicamente. La respuesta se desencadena por la liberación de hormonas que preparan a su cuerpo para quedarse y enfrentar una amenaza o huir a un lugar seguro.

El término "luchar o huir" representa las elecciones que nuestros ancestros tenían ante el peligro en su entorno. Podrían luchar o huir. En cualquier caso, la respuesta fisiológica y psicológica al estrés prepara al cuerpo para reaccionar ante el peligro.

La respuesta de lucha o huida desempeña un papel fundamental en la forma en que lidiamos con el estrés y el peligro en nuestro entorno. Esencialmente, la respuesta prepara al cuerpo para luchar o huir de la menaza. También es importante tener en cuenta que la respuesta puede activarse debido a amenazas reales e imaginarias.
En la sociedad moderna ya no tenemos que huir o estar peleando al menos no constantemente pero, de poco vale, nuestro sistema nervioso activa ese mecanismo ante cualquier situación que  tu sistema considere peligroso. Aquí es donde se complica todo…

Si bien la respuesta de lucha o huida ocurre automáticamente, eso no significa que siempre sea precisa. A veces respondemos de esta manera, incluso cuando no existe una amenaza real. Las fobias son buenos ejemplos de cómo podría desencadenarse la respuesta de lucha o huida ante una amenaza percibida. Otra causa puede ser un estrés post traumático o simplemente por el estrés del día a día llevado a una presión intolerable para el sistema.

Por ejemplo, una persona que tiene miedo a las alturas puede comenzar a experimentar la respuesta de estrés agudo cuando tiene que ir al último piso de un edificio para asistir a una reunión. Su cuerpo podría estar en alerta máxima a medida que su ritmo cardíaco y su frecuencia respiratoria
aumentan. Así que cuando esta respuesta se vuelve severa, puede conducir a un ataque de pánico.

¿Cómo saber si tengo un ataque de pánico?

Los ataques de pánico suelen comenzar de forma súbita, sin advertencia. Pueden aparecer en cualquier momento: cuando estás conduciendo, en un centro comercial, cuando estás profundamente dormido o en medio de una reunión de negocios. Puedes tener ataques de pánico ocasionales o con frecuencia.
Los ataques de pánico tienen muchas variantes, pero los síntomas suelen alcanzar su punto máximo en cuestión de minutos. Después de que el ataque de pánico desaparece, puedes sentirte fatigado y exhausto.
Los ataques de pánico suelen comprender alguno de estos signos o síntomas:
·      Sensación de peligro o fatalidad inminente
·      Miedo a perder el control o a la muerte
·      Taquicardia y palpitaciones
·      Sudor
·      Temblores o sacudidas
·      Falta de aliento u opresión en la garganta
·      Escalofríos
·      Sofocos
·      Náuseas
·      Calambres abdominales
·      Dolor en el pecho
·      Dolor de cabeza
·      Mareos, sensación de desvanecimiento o desmayos
·      Sensación de entumecimiento u hormigueo
·      Sentimientos de irrealidad o desconexión  (fuente Clínica Mayo)

Ahora, que puedes hacer ante un ataque de pánico?

El tratamiento de los ataques de pánico es tratable con la psicoterapia y el uso de medicamentos que reducen los síntomas y la depresión generalmente asociados con esta afección.


Por lo tanto, el objetivo del tratamiento es eliminar los síntomas de los ataques de pánico al permitir que el paciente reanude todas las actividades diarias.


Ahora, déjame darte algunos tips, para que puedas lograr superar un ataque de pánico en caso de emergencia.
No obstante es importante que si sufres de ellos, busques ayuda psicológica lo mas pronto posible.

Tips:

1) No vas a morir. Lo que estas sintiendo no te llevará a la muerte, no es un ataque cardíaco, y créeme aunque es difícil aceptarlo no estás muriendo.
2) Respira…. Concéntrate en el aire cuando entra y sale por tu nariz, si puedes cerrar los ojos hazlo, pero solo piensa en el aire que entra y sale de tu nariz.
3) Deja de hacer lo que estas haciendo y si puedes solo siéntate y comienza a respirar
4) Revierte los síntomas…. El ataque puede ser repentino, pero siempre va de menor a mayor intensidad, la buena noticia es que puedes revertir el proceso. Empieza por relajar los músculos mas tensos de tu cuerpo y por zonas, puedes comenzar por tu cuello, cabeza, bajando por los hombros, brazos, abdomen, extremidades inferiores.

Recuerda, así como empiezan y van de mal en peor, tu puedes revertir el proceso. No temas, no te pasara nada.

Tu terapeuta puede ayudarte, a sanar, pero la sanación empieza por ti, con tu voluntad de ir a tu mente inconsciente y explorarla y así buscar la raíz del problema.

Siempre recuerda, si tu sanas, tu mundo sana junto contigo.  No temas al miedo, combatelo en su propio terreno y deja de ser esclavo(a) de tu propia mente.



Comentarios